Casa Wabi expande sus redes a CDMX

image_copia_4-1La Fundación Casa Wabi cumple dos años de haber iniciado operaciones en Puerto Escondido, Oaxaca, donde en 2014 abrió un centro multidisciplinario y residencia para artistas llamado precisamente así, Casa Wabi, y lo celebrará hoy con la inauguración de un nueva sede en la Ciudad de México.

Se trata del Espacio Santa María, que se aleja del formato de sus casas hermanas, Wabi y Nano, ésta última inaugurada hace unos meses en Japón.

Este nuevo lugar, ubicado en Dr. Atl 62, en la Santa María la Ribera, buscará refrendarse en el ámbito expositivo. “No es una casa, como Casa Nano o Wabi. No es una residencia. Va a ser una sala de exhibiciones”, zanja Carla Sodi, directora de la fundación.

Sus puertas estarán abiertas a artistas emergentes y de mediana carrera que trabajen en México, con un programa que provoque intercambios con los alrededores.

Hoy es su arranque, con la exposición 15°56’20.3″N-97°16’18.1″W, una colectiva en la que participan Galia Eibenschutz, Michael Joo, Erick Meyenberg y Gala Porras Kim.

Alberto Ríos de la Rosa, curador de la fundación, explica que esta primera muestra es una celebración por los dos años que lleva el proyecto. El título refiere a las coordenadas de Casa Wabi, en Puesto Escondido, y los artistas participantes pasaron ya por la residencia.

Todas las piezas están relacionadas con la costa oaxaqueña.

A pesar de esta liga con Wabi, Ríos de la Rosa aclara que el programa de exposiciones, cuatro por año, será independiente al de las residencias.

“Es un espacio también enfocado a experimentar, un laboratorio enfocado a producir”, enfatiza.

Hasta ahora, Ríos de la Rosa se ha dedicado a explorar estudios de artistas o programas curatoriales e iniciativas independientes para rastrear a los creadores a exhibir.

La casona en donde se encuentra Espacio Santa María fue restaurada por el arquitecto Alberto Kalach, a cargo también del jardín de la planta superior, siguiendo con la tradición de la fundación de trabajar con arquitectos de renombre.

Casa Wabi, el espacio ancla de la fundación, fue diseñado por el japonés Tadao Ando, Premio Pritzker 1995, a iniciativa del fundador del proyecto, el artista mexicano Bosco Sodi.

En un corte de caja, a dos años, la directora de la fundación comparte que la residencia oaxaqueña ha recibido a casi 100 artistas y ha gestionado 80 proyectos comunitarios que han llegado a mil 500 personas de la zona.

Su programa está abierto a todas las disciplinas, incluidas literatura, danza, teatro, cine y, por supuesto, artes visuales. Los artistas invitados deben desarrollar proyectos a partir de los materiales y condiciones de la zona. “Ha sido un éxito”, concluye

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