La música es el alma de un país: Alim Qasimov

dedicadosEl folclor es la cultura y la historia de una nación, afirma en entrevista el cantante de Azerbaiyán.

Guanajuato

Desde hacer varios años, Alim Qasimov ha llevado la música de Azerbaiyán a los grandes escenarios del mundo. Reconocido con el premio del Consejo Internacional de la Música de la Unesco, el maestro del estilo conocido como mugham presentó ayer en el Templo de la Valenciana un concierto cargado de espiritualidad, sin duda uno de los grandes momentos de la edición 42 del Festival Internacional Cervantino.

En entrevista, traducida por su hija Fargana, también cantante extraordinaria, antes de su concierto el músico afirmó: “Nuestro trabajo y nuestra vida están dedicados a llevar al mundo la música espiritual. Hasta hace 20 años, cantaba en bodas, fiestas y diversas celebraciones, pero luego fui a la escuela para aprender el mugham profesionalmente. Ahora, cuando canto, la gente percibe a Dios y el valor de la humanidad”.

El folclor es fundamental para un país, dice el cantante, porque “es la cultura y la historia de una nación. La música es el alma de un país, es un fundamento de su nacionalidad. Pero la música no tiene ninguna carga política, porque cada persona que la escucha se siente bien, sin importar de dónde provenga. La música es un alimento que la gente necesita para la mente y para el alma”.

Aunque no se entiendan las palabras, cuando tocan en otros países la gente se conecta con la música que tocan Alim Qasimov y su grupo. Esto se debe, dice su hija, a que “la música no es un lenguaje, es una voz que se conecta a través del sentimiento y la energía. Eso permite sentir la esencia de la música. Es una música que va cambiando de una generación a otra, pero su esencia permanece”.

Fargana Qasimova (se agrega una al apellido en el caso de las mujeres), quien comparte en el escenario la magia que crean su padre y sus músicos, dice que empezó a cantar desde pequeña. “Cuando nací, mi padre empezó a estudiar música, así que desde niña lo escuchaba y él me enseñaba canciones y a tocar el tambor. Desde niña ya estaba en la música, por lo que el aprendizaje no fue difícil para mí. Conocía tan bien la mente de mi padre que sabía lo que iba cantar. Ahora en el escenario para mí es muy fácil adentrarme con él en la música. Es muy duro como maestro —agrega con una sonrisa—, pero yo soy buena estudiante porque lo he escuchado todo el tiempo”.

La cantante ha adquirido un gran gusto por la música folclórica de otros países gracias a su padre. “Él ha viajado mucho y siempre trae discos de música folclórica de India, África, México, jazz, pop, de todo. Tenemos música de muchos tipos y la escuchamos, porque nos gusta la música que está viva. Me gusta también el jazz y el rock, pero éste es muy ruidoso. Sin embargo, en esta música hay elementos de mugham, y mi padre y yo los reconocemos en cuanto los escuchamos.”

El mugham, tercia el padre, “mantiene sus raíces, sus ideas originales, pero cambia según la gente que lo cante y lo toque. Si la gente cambia, el mugham también cambia en algunos aspectos” Sobre la forma en la que su hija canta, Qasimov, afirma que ella “aprendió bien las raíces del mugham, se convertirá en una cantante de mugham famosa”.

Además de difundir la música de su país por medio de presentaciones en diversos países y algunas colaboraciones con músicos de otros géneros, como Kronos Quartet, Alim también se ha dedicado a la enseñanza. Dice que actualmente “a muchos jóvenes les interesa la música tradicional. Antes no, porque se trata de música muy profunda y no la entendían, pero ahora las cosas han cambiado, más jóvenes vienen a escucharnos, les gusta el mugham y lo estudian”.

Un gobierno que impulsa la música tradicional

El actual gobierno de Azerbaiyán ha puesto especial cuidado en preservar la música tradicional, dice Alim Qasimov. “La esposa del presidente, Mehriban Aliyeva, tiene una fundación, cuya idea es promover la importancia del mugham entre los jóvenes e impulsar el encuentro de los músicos jóvenes con los grandes maestros.”

También se construyó un Centro de Mugham en Baku, capital de Azerbaiyán que, de acuerdo con Fargana, cuenta con “una sala de conciertos, donde cada año organizan un festival. Allí son invitados los grandes músicos de otras tradiciones, sobre todo las tradiciones de música clásica no occidental, como son los músicos de India, que tocan también la música clásica de su propia tradición.”

En el sitio web de Radio Free Europe. Radio Liberty, bajo el encabezado de “El ascenso político de la primera dama de Azerbaiyán”, se habla de este apoyo a la música. También, reporta el artículo, la fundación ha impulsado la edición de “numerosos libros sobre cultura, música, historia y cocina de Azerbaiyán.”

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