La ciudadanía está harta

maestros en macroplaza 11por Horacio Corro Espinosa

El jueves de la semana pasada, estudiantes normalistas, apoyados por la sección 22, retuvieron unidades de empresas, según ellos, trasnacionales. Esto no nada más sucedió en la capital del estado, sino en los municipios más importantes de la entidad.

Retenidos estos vehículos, saquearon toda la mercancía que llevaban a bordo para que el contenido fuera enviado a sus compañeros de la normal de Guerrero. Lo curioso del asunto, es que la mayoría de la mercancía es de la Coca-Cola, Bimbo y Sabritas.

Pero el asunto no termina aquí, estos normalistas amenazan con sus movilizaciones hasta que aparezcan sus 43 compañeros desaparecidos en Ayotzinapa.

Desde luego que no todos coincidimos con ese tipo de movilizaciones gansteriles que realizan los estudiantes de las normales ubicadas en la entidad oaxaqueña.

Una persona de Huajuapan, me envió una carta que muestra su enojo ante tales acciones. Ella es una licenciada egresada de la UTM, Carla I. Estrada Clemente. Me voy a permitir hacerles un resumen de la misma.

Es reprobable que se permita a los “normalistas” realizar este tipo de actividades vandálicas e ilícitas. Los jóvenes estudian a nuestras costillas,  se les otorgan plazas sin necesidad. Algunos de ellos ni siquiera han terminado su preparación profesional y ya devengan un sueldo de profesor con todo y prestaciones. Hay otros que ya se desempeñan como profesores pero porque su plaza fue comprada o heredada.

Hablo como ciudadana, dice Carla Estrada Clemente, y repruebo rotunamente las actividades y formas de manifestación de este gremio.

Los profesionistas como yo, que estudiamos de cuatro a cinco años, a costa de nuestros padres, no entorpecimos las actividades de nadie, y después de concluida la carrera, salimos a buscar trabajo y empezamos desde abajo haciendo méritos en una empresa, trabajando de cinco a seis días a la semana. Pusimos nuestro mejor esfuerzo en ese lugar para que no nos despidieran o pudiéramos ascender a otro puesto. Ante esto, es injusto la cantidad de privilegios que gozan estos “semi profesionistas”, y que además, se les permita realizar sus protestas sin ninguna sanción.

Más adelante, la licenciada Carla Estrada, anota unos artículos del Código Penal Federal que se los anoto en seguida:

Artículo 367. .- Comete el delito de robo: el que se apodera de una cosa ajena mueble, sin derecho y sin consentimiento de la persona que puede disponer de ella con arreglo a la ley.

Artículo 368. .- Se equiparan al robo y se castigarán como tal:

El apoderamiento o destrucción dolosa de una cosa propia mueble, si ésta se halla por cualquier título legítimo en poder de otra persona y no medie consentimiento;

Y por último se pregunta Carla Estrada: qué pasa con la sociedad que sigue permitiendo que este tipo de actos se realicen; que pasa con las personas que realmente tenemos la vocación y la preparación académica para desempeñar esos puestos.

Hasta aquí su carta.

Después de leer estas líneas, no me queda más que pensar en esos jóvenes: ¿de dónde vienen? ¿Cómo viven sus familias? ¿Qué clase de seres humanos son los padres de estos jóvenes que ya delinquen?

Twitter: @horaciocorro

Facebook: Horacio corro

horaciocorro@yahoo.com.mx

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